Acta literal del sábado 5 de agosto de 1882:
«En la Villa de Fuentes de Andalucía en sábado
cinco de agosto de mil ochocientos ochenta y dos; bajo la Presidencia del Señor
Alcalde accidental don Sebastián Soto Adalid se reunió el Ayuntamiento
Constituyente, en su sala de acuerdos para celebrar la sección ordinaria de
hoy, compuestos de los señores capitulares Herce, Leones, Ramos, Caro, Andrea,
Flores, González y Jiménez, que al final serán reconocidos por sus firmas:
Por el señor Presidente se manifestó, que estando
consignado en el presupuesto vigente como partida de ingreso, la suma de cien
pesetas, por el arbitrio impuesto a los escombros de los Barrancones de las
veredas del Mellizo y Encinilla, se estaba en el caso del proceder ó hacer
efectiva cual corresponde. El Ayuntamiento enterado y considerando la necesidad
que hay de allegar fondos á las arcas Municipales por unanimidad acordó:
Que estos escombros se saque á pública subasta que se
celebra el jueves próximo diez del corriente de doce á una de la tarde, ante el
señor alcalde ó quien lo represente bajo el tipo de las referidas cien pesetas,
admitiéndose posturas en conjunto ó separadamente por las cantidades que los
hectadores quieran ofrecer para lo cual fíjese edictos y publíquense por medio
de pregones en los sitios de costumbre de esta Población y fórmese el
expediente correspondiente, obrando por el correspondiente certificado literal
de este particular.
Por el señor Presidente se manifestó que la calamidad
porque atraviesa esta Población, se va haciendo cada día mayor, por falta de
trabajo, a los jornaleros, que carecen de medios con que poder alimentarse y
sus familias y de aquí el conflicto que se presenta, son más de cuatrocientos
braceros pidiendo socorro, sin tener este Ayuntamiento con que poder subtender
a tan triste situación, y lo que es más, sin esperanzas de poderla aminorar,
por no tener recursos para ello, sin haber personas que tenga que prestar
auxilio, porque las más acomodadas, con motivo de la cosecha anterior que fue
casi nula, la de aceituna nula, y la de cereales que también completamente
nula, han quedado en el más lamentable estado, pues no cuentan ni así con que
poder volver á sembrar, ni dar trabajo a la clase proletarias.
En esta virtud y considerando preciso é indispensable tomar
una resolución que en parte conjure tal situación pues no es posible continuar así,
si se ha de evitar el que esta gente muera de hambre ó que se lleven a cabo
actos vandálicos que hasta la presente no han ocurrido, pero que se teme llegue
en momento en que por mas que estén sufriendo con resignación y paciencia la
falta de subsistencia lo efectúen, pues es triste y doloroso, verse privado del
sustento para mantener ni a su familia. El Ayuntamiento enterado por unanimidad
acordó: se dirija oficio al Excmo. Sr. Gobernador suplicándole:
1º Que se socorra a esta Villa con una cantidad bastante, a
hacer frente a la calamidad, de los fondos, que se tiene entendido, ha librado
el Excmo. Sr. Ministro de Fomento para este objeto.
2º Que interino se reciba la autorización por este Sr.
Gobernador, para poder invertir los poquísimos fondos con que exceda de
cualquier clase que sea, en socorro a los braceros más necesitados, dándoles
trabajo en la composición de caminos y suelos de la Población.
3º Que también del fondo de calamidades de la Excma.
Diputación Provincial, facilite la cantidad que sea justa.
Además y para que el Excmo. Sr. Gobernador se convenza mas
y mas del estado angustioso en que nos hallamos, respecto á subsistencia que se
le remita también copia del estado del déficit que le resulta á esta Villa de
trigo y cebada, que se le pasó en 18 de mayo último, que por todo lo cual, si
una mano protectora no procura auxiliar á este desgraciado Pueblo que no
depende de mas, que de la agricultura, de seguro que todos perecerán por no
tener medios con que poder volver a sembrar. Que consiguientemente se espera
que hecho cargo de el se sirva mirar con preferencia a cualquiera otro asunto,
el que nos ocupa, procurando se corresponda, antes que la calamidad tome
mayores proporciones, que es lo que es sentir del municipio, debe evitarlo.
En cuyos términos se concluye esta sesión que se firma por
estos señores concurrentes, de que yo el secretario, certifico».
La contestación del Gobernador Provincial carecía de sentido común y fue
tajante. Como lo demuestra el resumen del acta municipal del sábado 12 de
agosto del mismo año:
«Se dio cuenta, a los Señores concurrentes, de un oficio
del Excmo. señor Gobernador Civil de esta Provincia, fechado el ocho del
actual, en contestación al que se le dirigió el cinco del mismo referente al
estado angustioso porque atraviesa esta Población, y manifiesta que dedica su más
preferente atención, a procurar medios, que faciliten la colocación del mayor
número de braceros, así como el Gobierno, se encuentra dispuesto á promover y
gestionar obras públicas, gestionando con activo interés la pronta resolución
de los expedientes que han de dar lugar á la ejecución de las mismas y que se
cite el celo de los mayores contribuyentes para que á medida de sus posiciones,
den trabajo a la clase proletaria, ofreciendo en contra en su autoridad la
protección más decidida en los acuerdos que la Municipalidad tome, para aliviar
el lamentable estado de la Población, estando dentro de las prescripciones
legales y al mismo tiempo que es necesario que se apuren todos los medios para
aliviar la situación, pues para ello se está obligado desde el momento en que
aceptó el cargo que á cada cual se le ha contesido».
Se promulgó una ley que decía que los braceros sin trabajo no tenían que
pagar billetes en el ferrocarril si iban a buscar trabajo, solo en las
estaciones de la provincia; entonces un grupo de vecinos de Fuentes decidieron
hablar con el Alcalde, porque querían ir a Utrera, donde se estaba construyendo
una carretera. Se dirigieron al jefe de estación, acerca del billete gratis,
pero este no les hizo caso y entonces le expusieron el tema al Alcalde. En la
copia del acta del archivo municipal se amplía más la información:
«En la Villa de Fuentes de Andalucía en diez y nueve de
agosto de mil ochocientos ochenta y dos: bajo la Presidencia del señor alcalde
don Sebastián Soto Adalid, se reunió el ayuntamiento constituyente de ella en
su sala de acuerdos para celebrar la sesión ordinaria de hoy, compuesta de los
señores capitulares Herce, Ramos, Caro, Andrea, González, Flores y Conde, que
al final serán reconocidos por sus firmas.
Se leyó y aprobó el acta de la sesión anterior.
Se dio cuenta y leyeron los Boletines Oficiales número 337
al 42 inclusive, acordándose el cumplimiento de las órdenes en ellos insertas,
y que le fuesen expedidas, habiendo quedado enterado el Ayuntamiento de la
circular y Real Decreto que aparecen en los de los números 38 y 40 relativo á
facilitar billetes gratuitos en todas las estaciones de ferrocarriles
enclavados en esta Provincia, á los braceros que se presenten para salir de su
domicilio, en busca de trabajo.
Por el señor Presidente se manifestó que á consecuencia de
lo dispuesto en el Real Decreto y Reales Ordenanza de ocho del corriente se le
habían presentado varios braceros pobres, solicitando billetes gratuitos para
pasar a Utrera en el ferrocarril, y trabajar en una carretera que dicen se está
construyendo, y que habiendo accedido á ello había formado las listas, con
arreglo á lo mandado y remitido al Jefe de estación, el se negó á admitirlo,
fundándose para ello, en que no tenía órdenes de sus superiores; que en su
virtud le telegrafió en el día de ayer al señor Gobernador, participándole de
lo ocurrido, que la calamidad tomaba proposiciones alarmantes, temiéndose
conflictos graves, y que se esperaban socorros ó determinaciones, o también la
Alcaldía las toma para evitar se altere el orden y se cometan actos vandálicos,
habiendo tenido que acompañar la Guardia Civil a los que conducen Pan á las
posesiones del término; que el señor Gobernador había contestado, que
consultaba el asunto con el señor Ministro de la Gobernación y que se le dijera
hacia donde se dirigían á buscar trabajo los jornaleros, habiéndosele
contestado con fecha de hoy, que á Utrera, sin que haya habido contestación.
El Ayuntamiento, enterado acordó: Que el señor Presidente
obre en lo sucesivo con arreglo a las órdenes que le dicte su superior
autoridad.
Se hizo prescrita que consiguiente a la acordado por el
Municipio en sesión de cinco del corriente se habían subastado los escombros de
los Barrancones de las veredas del Mellizo y Encinilla, no habiendo habido
postor, más que para este último, y por la cantidad de veinte pesetas. El
Ayuntamiento enterado por unanimidad acordó:
Aprobar la mencionada subasta del Barranco de las
Encinillas, en favor de don Juan Carmona Rivero, y por la suma de las veinte
pesetas, y respecto al de la vereda del Mellizo, que se anuncie de nuevo, bajo
el tipo de ochenta pesetas, admitiéndose todas las posturas que se hagan,
teniendo lugar el remate el jueves próximo veinte y cuatro del corriente con
todas las formalidades legales.
En cuyos términos se concluyó esta sesión que se firma por
los señores del ayuntamiento, concurrente de que yo el secretario, certifico.
Soto = Herce = Ramos = Caro = González = Conde = Jiménez = Flores = Atusen =
Manuel Becerril».
Por fin esos obreros pudieron ir a Utrera a trabajar en la construcción
de la carretera. Lo mismo que los obreros sufrieron calamidades tan poco podían
consumir a los comerciantes, y si no había consumo difícilmente podían pagar
los impuestos los comercios.
Los impuestos que los industriales debían pagar para ayudar a los
subsidios necesarios que aminorasen la necesidad de los braceros, fueron
considerados por aquellos como una carga que no podían soportar ya que, en el
acta de 25 de noviembre de 1882 leemos:
«En la Villa de Fuentes de Andalucía en veinte y cinco de
Noviembre de mil ochocientos ochenta y dos: Bajo la Presidencia del primer
alcalde don José María de Llera y Díaz, se reunió el Ayuntamiento Constitucional
de ella en la sala de acuerdos, para celebrar la sesión ordinaria de hoy,
compuesta de los señores capitulares Soto, Herce, Flores, Ramos, Andrea, Conde
y González que al final serán reconocido por sus firmas.”
Se dio cuenta de un oficio del señor administrador de contribuciones y
rentas de esta provincia, fechado el 23 del corriente, manifestando que ha
llamado la atención del extraordinario número de bajas presentada por
Industrias de esta Villa, y que el de altas, no está en relación, ni en el número
ni en la clase de industria, ni en las cuotas que les están asignadas,
produciéndose por lo tanto, un notable descenso, en los valores del impuesto; y
que antes de disponer que venga la Inspección á girar visita, recomienda al
señor. Alcalde, preste el servicio que esta debía practicar, afín de que
movido, por el doble interés que tiene, como representante de los intereses de
la Hacienda y de los del Municipio, por los recargos que sobre las Industrias
se imponen como arbitrios, se valga de todos los medios posible, gire otras
visitas a todos los establecimientos existentes, y el resultado se haga constar
por medio de una certificación suscrita por el presente secretario, autorizada
por la Alcaldía y sellada con el que usa, y si están conformes con los que
resultan en matrícula se haga constar así en otra certificación, por el
contrario si se encontraran algunas que no están inscrita, se haga constar
también por medio de las actas de comprobación que se levanten y remitan, con
todo lo demás que parece en otro oficio.
El Ayuntamiento enterado muy por menor de todo
lo expuesto, y después de una larga y detenida discusión, por unanimidad
acordó:
«Se diga á señor administrador
que las bajas producidas por los Industriales se consideran justas, y que el número
extraordinario de las presentadas, es debido al estado angustioso porque
atraviesa la Población, por efecto de la sequía y malas cosechas que se
experimenta, pues se han cerrado muchos establecimientos, perdiendo sus dueños
los pequeños capitales que tenían, y los que han quedado abierto, están próximo
á que les suceda lo mismo, porque la calamidad los ha traído á tal estado, y por
consiguiente si á pesar de ello, el señor administrador considera debe girarse
la visita de comprobación, puede desde luego disponer, venga á esta localidad
la Inspección y se convencerá de la verdad, pues no encontrará más que
establecimiento arruinados y miserables, que la contribución Industrial que se
les impone, importa mucho más, que el capital que representan.
Se dio cuenta de una carta
dirigida al alcalde por el Vicepresidente de la Liga de contribuyentes,
excitando á este Municipio para que contribuya con la cantidad que tenga á bien
y poder atender a ella, y con la que los demás puedan facilitar á practicar los
estudios de un ferrocarril de Osuna a Cazalla. La Corporación enterada de todo,
y sin embargo de conocer que debe llevarse á cabo tan grandioso plan, sería de
inmensa ventaja para los Pueblos que atravesara, por unanimidad acordó:
Se diga al señor administrador
que este Ayuntamiento no puede contribuir con cantidad alguna por el efecto de
las malas cosechas, y la época tan calamitosa que se atraviesa, que se hace más
pesada por la enorme subvención que tuvo que dar esta Localidad, para la
construcción de la línea férrea de Marchena á Écija.
En cuyos términos se concluyo
ésta sesión que se firma por estos señores concurrentes, de que yo el secretario
certifico».