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lunes, 11 de febrero de 2013

Malos tiempos para el pueblo de Fuentes



Acta literal del sábado 5 de agosto de 1882:


«En la Villa de Fuentes de Andalucía en sábado cinco de agosto de mil ochocientos ochenta y dos; bajo la Presidencia del Señor Alcalde accidental don Sebastián Soto Adalid se reunió el Ayuntamiento Constituyente, en su sala de acuerdos para celebrar la sección ordinaria de hoy, compuestos de los señores capitulares Herce, Leones, Ramos, Caro, Andrea, Flores, González y Jiménez, que al final serán reconocidos por sus firmas:

Por el señor Presidente se manifestó, que estando consignado en el presupuesto vigente como partida de ingreso, la suma de cien pesetas, por el arbitrio impuesto a los escombros de los Barrancones de las veredas del Mellizo y Encinilla, se estaba en el caso del proceder ó hacer efectiva cual corresponde. El Ayuntamiento enterado y considerando la necesidad que hay de allegar fondos á las arcas Municipales por unanimidad acordó:

Que estos escombros se saque á pública subasta que se celebra el jueves próximo diez del corriente de doce á una de la tarde, ante el señor alcalde ó quien lo represente bajo el tipo de las referidas cien pesetas, admitiéndose posturas en conjunto ó separadamente por las cantidades que los hectadores quieran ofrecer para lo cual fíjese edictos y publíquense por medio de pregones en los sitios de costumbre de esta Población y fórmese el expediente correspondiente, obrando por el correspondiente certificado literal de este particular.

Por el señor Presidente se manifestó que la calamidad porque atraviesa esta Población, se va haciendo cada día mayor, por falta de trabajo, a los jornaleros, que carecen de medios con que poder alimentarse y sus familias y de aquí el conflicto que se presenta, son más de cuatrocientos braceros pidiendo socorro, sin tener este Ayuntamiento con que poder subtender a tan triste situación, y lo que es más, sin esperanzas de poderla aminorar, por no tener recursos para ello, sin haber personas que tenga que prestar auxilio, porque las más acomodadas, con motivo de la cosecha anterior que fue casi nula, la de aceituna nula, y la de cereales que también completamente nula, han quedado en el más lamentable estado, pues no cuentan ni así con que poder volver á sembrar, ni dar trabajo a la clase proletarias.


En esta virtud y considerando preciso é indispensable tomar una resolución que en parte conjure tal situación pues no es posible continuar así, si se ha de evitar el que esta gente muera de hambre ó que se lleven a cabo actos vandálicos que hasta la presente no han ocurrido, pero que se teme llegue en momento en que por mas que estén sufriendo con resignación y paciencia la falta de subsistencia lo efectúen, pues es triste y doloroso, verse privado del sustento para mantener ni a su familia. El Ayuntamiento enterado por unanimidad acordó: se dirija oficio al Excmo. Sr. Gobernador suplicándole:

1º Que se socorra a esta Villa con una cantidad bastante, a hacer frente a la calamidad, de los fondos, que se tiene entendido, ha librado el Excmo. Sr. Ministro de Fomento para este objeto.

2º Que interino se reciba la autorización por este Sr. Gobernador, para poder invertir los poquísimos fondos con que exceda de cualquier clase que sea, en socorro a los braceros más necesitados, dándoles trabajo en la composición de caminos y suelos de la Población.

3º Que también del fondo de calamidades de la Excma. Diputación Provincial, facilite la cantidad que sea justa.

Además y para que el Excmo. Sr. Gobernador se convenza mas y mas del estado angustioso en que nos hallamos, respecto á subsistencia que se le remita también copia del estado del déficit que le resulta á esta Villa de trigo y cebada, que se le pasó en 18 de mayo último, que por todo lo cual, si una mano protectora no procura auxiliar á este desgraciado Pueblo que no depende de mas, que de la agricultura, de seguro que todos perecerán por no tener medios con que poder volver a sembrar. Que consiguientemente se espera que hecho cargo de el se sirva mirar con preferencia a cualquiera otro asunto, el que nos ocupa, procurando se corresponda, antes que la calamidad tome mayores proporciones, que es lo que es sentir del municipio, debe evitarlo.

En cuyos términos se concluye esta sesión que se firma por estos señores concurrentes, de que yo el secretario, certifico».

La contestación del Gobernador Provincial carecía de sentido común y fue tajante. Como lo demuestra el resumen del acta municipal del sábado 12 de agosto del mismo año:

«Se dio cuenta, a los Señores concurrentes, de un oficio del Excmo. señor Gobernador Civil de esta Provincia, fechado el ocho del actual, en contestación al que se le dirigió el cinco del mismo referente al estado angustioso porque atraviesa esta Población, y manifiesta que dedica su más preferente atención, a procurar medios, que faciliten la colocación del mayor número de braceros, así como el Gobierno, se encuentra dispuesto á promover y gestionar obras públicas, gestionando con activo interés la pronta resolución de los expedientes que han de dar lugar á la ejecución de las mismas y que se cite el celo de los mayores contribuyentes para que á medida de sus posiciones, den trabajo a la clase proletaria, ofreciendo en contra en su autoridad la protección más decidida en los acuerdos que la Municipalidad tome, para aliviar el lamentable estado de la Población, estando dentro de las prescripciones legales y al mismo tiempo que es necesario que se apuren todos los medios para aliviar la situación, pues para ello se está obligado desde el momento en que aceptó el cargo que á cada cual se le ha contesido».


Se promulgó una ley que decía que los braceros sin trabajo no tenían que pagar billetes en el ferrocarril si iban a buscar trabajo, solo en las estaciones de la provincia; entonces un grupo de vecinos de Fuentes decidieron hablar con el Alcalde, porque querían ir a Utrera, donde se estaba construyendo una carretera. Se dirigieron al jefe de estación, acerca del billete gratis, pero este no les hizo caso y entonces le expusieron el tema al Alcalde. En la copia del acta del archivo municipal se amplía más la información:

«En la Villa de Fuentes de Andalucía en diez y nueve de agosto de mil ochocientos ochenta y dos: bajo la Presidencia del señor alcalde don Sebastián Soto Adalid, se reunió el ayuntamiento constituyente de ella en su sala de acuerdos para celebrar la sesión ordinaria de hoy, compuesta de los señores capitulares Herce, Ramos, Caro, Andrea, González, Flores y Conde, que al final serán reconocidos por sus firmas.

Se leyó y aprobó el acta de la sesión anterior.

Se dio cuenta y leyeron los Boletines Oficiales número 337 al 42 inclusive, acordándose el cumplimiento de las órdenes en ellos insertas, y que le fuesen expedidas, habiendo quedado enterado el Ayuntamiento de la circular y Real Decreto que aparecen en los de los números 38 y 40 relativo á facilitar billetes gratuitos en todas las estaciones de ferrocarriles enclavados en esta Provincia, á los braceros que se presenten para salir de su domicilio, en busca de trabajo.

Por el señor Presidente se manifestó que á consecuencia de lo dispuesto en el Real Decreto y Reales Ordenanza de ocho del corriente se le habían presentado varios braceros pobres, solicitando billetes gratuitos para pasar a Utrera en el ferrocarril, y trabajar en una carretera que dicen se está construyendo, y que habiendo accedido á ello había formado las listas, con arreglo á lo mandado y remitido al Jefe de estación, el se negó á admitirlo, fundándose para ello, en que no tenía órdenes de sus superiores; que en su virtud le telegrafió en el día de ayer al señor Gobernador, participándole de lo ocurrido, que la calamidad tomaba proposiciones alarmantes, temiéndose conflictos graves, y que se esperaban socorros ó determinaciones, o también la Alcaldía las toma para evitar se altere el orden y se cometan actos vandálicos, habiendo tenido que acompañar la Guardia Civil a los que conducen Pan á las posesiones del término; que el señor Gobernador había contestado, que consultaba el asunto con el señor Ministro de la Gobernación y que se le dijera hacia donde se dirigían á buscar trabajo los jornaleros, habiéndosele contestado con fecha de hoy, que á Utrera, sin que haya habido contestación.

El Ayuntamiento, enterado acordó: Que el señor Presidente obre en lo sucesivo con arreglo a las órdenes que le dicte su superior autoridad.


Se hizo prescrita que consiguiente a la acordado por el Municipio en sesión de cinco del corriente se habían subastado los escombros de los Barrancones de las veredas del Mellizo y Encinilla, no habiendo habido postor, más que para este último, y por la cantidad de veinte pesetas. El Ayuntamiento enterado por unanimidad acordó:

Aprobar la mencionada subasta del Barranco de las Encinillas, en favor de don Juan Carmona Rivero, y por la suma de las veinte pesetas, y respecto al de la vereda del Mellizo, que se anuncie de nuevo, bajo el tipo de ochenta pesetas, admitiéndose todas las posturas que se hagan, teniendo lugar el remate el jueves próximo veinte y cuatro del corriente con todas las formalidades legales.

En cuyos términos se concluyó esta sesión que se firma por los señores del ayuntamiento, concurrente de que yo el secretario, certifico. Soto = Herce = Ramos = Caro = González = Conde = Jiménez = Flores = Atusen = Manuel Becerril».

Por fin esos obreros pudieron ir a Utrera a trabajar en la construcción de la carretera. Lo mismo que los obreros sufrieron calamidades tan poco podían consumir a los comerciantes, y si no había consumo difícilmente podían pagar los impuestos los comercios.

Los impuestos que los industriales debían pagar para ayudar a los subsidios necesarios que aminorasen la necesidad de los braceros, fueron considerados por aquellos como una carga que no podían soportar ya que, en el acta de 25 de noviembre de 1882 leemos:

«En la Villa de Fuentes de Andalucía en veinte y cinco de Noviembre de mil ochocientos ochenta y dos: Bajo la Presidencia del primer alcalde don José María de Llera y Díaz, se reunió el Ayuntamiento Constitucional de ella en la sala de acuerdos, para celebrar la sesión ordinaria de hoy, compuesta de los señores capitulares Soto, Herce, Flores, Ramos, Andrea, Conde y González que al final serán reconocido por sus firmas.”

Se dio cuenta de un oficio del señor administrador de contribuciones y rentas de esta provincia, fechado el 23 del corriente, manifestando que ha llamado la atención del extraordinario número de bajas presentada por Industrias de esta Villa, y que el de altas, no está en relación, ni en el número ni en la clase de industria, ni en las cuotas que les están asignadas, produciéndose por lo tanto, un notable descenso, en los valores del impuesto; y que antes de disponer que venga la Inspección á girar visita, recomienda al señor. Alcalde, preste el servicio que esta debía practicar, afín de que movido, por el doble interés que tiene, como representante de los intereses de la Hacienda y de los del Municipio, por los recargos que sobre las Industrias se imponen como arbitrios, se valga de todos los medios posible, gire otras visitas a todos los establecimientos existentes, y el resultado se haga constar por medio de una certificación suscrita por el presente secretario, autorizada por la Alcaldía y sellada con el que usa, y si están conformes con los que resultan en matrícula se haga constar así en otra certificación, por el contrario si se encontraran algunas que no están inscrita, se haga constar también por medio de las actas de comprobación que se levanten y remitan, con todo lo demás que parece en otro oficio.

El Ayuntamiento enterado muy por menor de todo lo expuesto, y después de una larga y detenida discusión, por unanimidad acordó:

«Se diga á señor administrador que las bajas producidas por los Industriales se consideran justas, y que el número extraordinario de las presentadas, es debido al estado angustioso porque atraviesa la Población, por efecto de la sequía y malas cosechas que se experimenta, pues se han cerrado muchos establecimientos, perdiendo sus dueños los pequeños capitales que tenían, y los que han quedado abierto, están próximo á que les suceda lo mismo, porque la calamidad los ha traído á tal estado, y por consiguiente si á pesar de ello, el señor administrador considera debe girarse la visita de comprobación, puede desde luego disponer, venga á esta localidad la Inspección y se convencerá de la verdad, pues no encontrará más que establecimiento arruinados y miserables, que la contribución Industrial que se les impone, importa mucho más, que el capital que representan.

Se dio cuenta de una carta dirigida al alcalde por el Vicepresidente de la Liga de contribuyentes, excitando á este Municipio para que contribuya con la cantidad que tenga á bien y poder atender a ella, y con la que los demás puedan facilitar á practicar los estudios de un ferrocarril de Osuna a Cazalla. La Corporación enterada de todo, y sin embargo de conocer que debe llevarse á cabo tan grandioso plan, sería de inmensa ventaja para los Pueblos que atravesara, por unanimidad acordó:

Se diga al señor administrador que este Ayuntamiento no puede contribuir con cantidad alguna por el efecto de las malas cosechas, y la época tan calamitosa que se atraviesa, que se hace más pesada por la enorme subvención que tuvo que dar esta Localidad, para la construcción de la línea férrea de Marchena á Écija.

En cuyos términos se concluyo ésta sesión que se firma por estos señores concurrentes, de que yo el secretario certifico».