Llega un oficio del Presidente de la Junta Municipal del Censo Electoral, al ayuntamiento de Fuentes de Andalucía, que copiado literalmente dice así:«Con fecha lunes 20 de marzo último participó a VS. a este Junta que los locales designados para colegio electorales eran los que al respaldo se mencionan, y estando convocadas elecciones de Diputados ruego a VS. manifieste si dichos locales son los mismos, o en su caso la sustitución, que convenga hacer a sus efectos.
Saludo a V.S. atentamente.
Fuentes de Andalucía lunes 27 de octubre de 1.933
El Presidente Francisco Mola = Rubricado
SR. ALCALDE PRESIDENTE DEL AYUNTAMIENTO DE ESTA VILLA»
La Corporación acordó poner a disposición de la Junta Municipal del Censo los siguientes edificios con destino a colegios electorales para las elecciones de Diputados a Cortes que se han de celebrar el domingo 19 de Noviembre en primera vuelta y el domingo 3 de Diciembre en el caso de que sea precisa segunda votación:
Distrito 1º Sección 1º calle General Armero, escuela de niños nº 1.
Distrito 1º Sección 2º calle General Armero, escuela de niños nº 1.
Distrito 1º sección 3º calle General Armero, escuela de niños nº 2.
Distrito 1º sección 4º calle General Armero, escuela de niños nº 2.
Distrito 2º sección 1º calle San Sebastián, escuelas de niñas nº 1.
Distrito 2º sección 2º calle San Sebastián. Escuelas de niñas nº 2.
Distrito 2º sección 3º calle San Sebastián, habitación del conserje.
Distrito 3º sección 1º calle Hermanas Sevilla, escuela salesianas.
Distrito 3º sección 2º calle Hermanas Sevilla, escuela salesianas.
La campaña electoral de noviembre de 1933 está considerada como una de las más accidentadas y reñidas de las que tuvieron lugar en la provincia sevillana durante los años de la Segunda República. Estas elecciones, además, tuvieron otra particularidad, ya que fueron las primeras en las que pudieron votar las mujeres. La aprobación de este sufragio había dividido a los partidos republicanos y de izquierda.
Desde algunos sectores se argumentaba la inmadurez política o la excesiva influencia que sobre la mujer ejercía el clero. Por lo que la irrupción del electorado femenino en estos comicios tendría un tratamiento específico en la campaña y la captación de su voto sería también una cuestión que iba a enfrentar a los partidos. Además, su importancia se vió incrementada al haber ahora en el censo más mujeres que hombres. La campaña tampoco estaría exenta de algunas iniciativas que llegaron a levantar la desconfianza de los propios partidos que sostenían a la coalición gubernamental.
Las fuerzas conservadoras trataron de captar ese voto desde la defensa de dos valores que entonces parecían encarnar el universo femenino, como pueden ser la familia y la religión. Se pretendía atemorizar al electorado femenino con la política de los partidos de izquierda en materias como la legalización del divorcio o los ataques a la iglesia. Pero esta estrategia desplegada por los partidos situados más a la derecha no se llevaba a cabo a través de la organización de actos abiertos a la participación de la mujer, sino muchas veces mediante visitas particulares a sus propios domicilios.
En este contexto habría que situar los incidentes ocurridos en Fuentes de Andalucía durante aquellas fechas y que se saldaron con el encarcelamiento de algunos vecinos, y la destitución de algunos empleados municipales.
A principios de noviembre de 1933, en sesión plenaria del ayuntamiento de Fuentes de Andalucía, el segundo Teniente de Alcalde, el socialista don Ildefonso López Gallego daba cuenta de las actividades de:
«Unas comisiones de señoras y señoritas dedicadas desde hace algunos días a solicitar, de casa en casa, el voto de los electores en favor de las derechas».
Según el edil, estas comisiones estarían extendiendo la idea de que si no se votaban las opciones de derechas:
« (…) desaparecería la iglesia. Y yo interpreto esto como una coacción sobre el electorado fontaniego.
Y ya aprovecho para destacar la conducta que observa en su propaganda el Partido Socialista, al cual me honro en pertenecer, y cuyo Partido jamás mendigará votos de nadie valiéndose de medios censurables, recordando al efecto las palabras pronunciadas por Jesucristo que fue el primer socialista que hubo en el mundo cuando dijo: Perdónalos que no saben lo que hacen».
El alcalde accidental, don José Lora Santana (hermando del dueño del teatro que había en la calle Mayor, donde hoy día esta Cajasol) como primer Teniente de Alcalde, por estar enfermo el alcalde don Manuel Muñoz Conde, según consta en acta, por su parte, respondía que conocía la existencia de esas comisiones:
«Dedicadas a mendigar votos para las derechas, pero al estar dentro del período electoral se considera como una propaganda que no podemos evitar».
Unos días más tarde, aparecieron por las paredes de algunos edificios de Fuentes, unas pintadas denunciando esa campaña, en unos términos que algunos consideraron insultantes para las mujeres fontaniegas. Ello iba a precipitar un movimiento de protesta en el pueblo.
Conocemos, por los periódicos de la época, el desarrollo de los incidentes.
El lunes 13 de noviembre una multitud de más de trescientas personas, la mayoría mujeres, bloqueaba la carretera nacional cuarta, a la altura del cruce con Fuentes de Andalucía, aprovechando que el presidente del Gobierno, don Diego Martínez Barrio, debía pasar por el cruce camino de Ecija.
El presidente venía acompañado por el recién nombrado, gobernador civil de la provincia de Sevilla, don Álvaro Díaz Quiñones.
A principios de noviembre de 1933, en sesión plenaria del ayuntamiento de Fuentes de Andalucía, el segundo Teniente de Alcalde, el socialista don Ildefonso López Gallego daba cuenta de las actividades de:
«Unas comisiones de señoras y señoritas dedicadas desde hace algunos días a solicitar, de casa en casa, el voto de los electores en favor de las derechas».
Según el edil, estas comisiones estarían extendiendo la idea de que si no se votaban las opciones de derechas:
« (…) desaparecería la iglesia. Y yo interpreto esto como una coacción sobre el electorado fontaniego.
Y ya aprovecho para destacar la conducta que observa en su propaganda el Partido Socialista, al cual me honro en pertenecer, y cuyo Partido jamás mendigará votos de nadie valiéndose de medios censurables, recordando al efecto las palabras pronunciadas por Jesucristo que fue el primer socialista que hubo en el mundo cuando dijo: Perdónalos que no saben lo que hacen».
El alcalde accidental, don José Lora Santana (hermando del dueño del teatro que había en la calle Mayor, donde hoy día esta Cajasol) como primer Teniente de Alcalde, por estar enfermo el alcalde don Manuel Muñoz Conde, según consta en acta, por su parte, respondía que conocía la existencia de esas comisiones:
«Dedicadas a mendigar votos para las derechas, pero al estar dentro del período electoral se considera como una propaganda que no podemos evitar».
Unos días más tarde, aparecieron por las paredes de algunos edificios de Fuentes, unas pintadas denunciando esa campaña, en unos términos que algunos consideraron insultantes para las mujeres fontaniegas. Ello iba a precipitar un movimiento de protesta en el pueblo.
Conocemos, por los periódicos de la época, el desarrollo de los incidentes.
El lunes 13 de noviembre una multitud de más de trescientas personas, la mayoría mujeres, bloqueaba la carretera nacional cuarta, a la altura del cruce con Fuentes de Andalucía, aprovechando que el presidente del Gobierno, don Diego Martínez Barrio, debía pasar por el cruce camino de Ecija.El presidente venía acompañado por el recién nombrado, gobernador civil de la provincia de Sevilla, don Álvaro Díaz Quiñones.
Los manifestantes consiguieron parar la comitiva y que el señor Martínez Barrio y el Gobernador Civil de la Provincia, se desviasen para Fuentes de Andalucía, para que contemplase las pintadas.
Posteriormente, para calmar los ánimos de los vecinos, se dirigieron al Ayuntamiento donde, ante la ausencia del primer edil, por enfermedad, el Gobernador Civil de la Provincia prometía hacer todo lo que estuviese en su mano para proceder a la inmediata aclaración de tales pintadas.
Unas horas más tarde, el Gobernador Civil de la Provincia informaba por teléfono de todo lo ocurrido al ministro de la Gobernación, don Manuel Rico Avello y García de Lañón, abogado e independiente. Y al día siguiente le remitía un telegrama donde calificaba las pintadas que había visto de:
«Infamantes e indecorosos contra las mujeres y los hombres que no votaran a los republicanos - socialistas, así como otros de carácter sedicioso puestos por personas cercanas a los ediles del ayuntamiento y varios empleados del municipio».
Trasladaba al ministro su temor de que si no se adoptaban medidas urgentes podrían ocurrir “sucesos desagradables y de fatales consecuencias, en el pueblo”.
Los sucesos iban a producirse al mediodía del día siguiente. Algunos de los participantes en la protesta, sin duda envalentonados por el éxito de la maniobra, se dirigieron al colegio de los niños, en la calle General Armero, donde se encontraban un familiar del alcalde, don Manuel Muñoz Conde, para preparar el almuerzo que diariamente daba el Ayuntamiento a los alumnos más necesitados de las escuelas nacionales.
Posteriormente, para calmar los ánimos de los vecinos, se dirigieron al Ayuntamiento donde, ante la ausencia del primer edil, por enfermedad, el Gobernador Civil de la Provincia prometía hacer todo lo que estuviese en su mano para proceder a la inmediata aclaración de tales pintadas.
Unas horas más tarde, el Gobernador Civil de la Provincia informaba por teléfono de todo lo ocurrido al ministro de la Gobernación, don Manuel Rico Avello y García de Lañón, abogado e independiente. Y al día siguiente le remitía un telegrama donde calificaba las pintadas que había visto de:
«Infamantes e indecorosos contra las mujeres y los hombres que no votaran a los republicanos - socialistas, así como otros de carácter sedicioso puestos por personas cercanas a los ediles del ayuntamiento y varios empleados del municipio».
Trasladaba al ministro su temor de que si no se adoptaban medidas urgentes podrían ocurrir “sucesos desagradables y de fatales consecuencias, en el pueblo”.
Los sucesos iban a producirse al mediodía del día siguiente. Algunos de los participantes en la protesta, sin duda envalentonados por el éxito de la maniobra, se dirigieron al colegio de los niños, en la calle General Armero, donde se encontraban un familiar del alcalde, don Manuel Muñoz Conde, para preparar el almuerzo que diariamente daba el Ayuntamiento a los alumnos más necesitados de las escuelas nacionales.
Ante las provocaciones de los manifestantes que insultaban a las personas que allí trabajaban, y al familiar del alcalde, acudió don Manuel Muñoz Conde, para calmar los ánimos de los vecinos, y su compañero de partido, el también edil don Manuel Sánchez Caro. En el tumulto que se originó los alborotadores trataron de agredir al propio alcalde y a su familiar. El señor Muñoz Conde, sin apenas protección, tuvo que efectuar disparos al aire para contener a la gente. Tras ello se personó la Guardia Civil de Fuentes, que obligó al Alcalde y a don Manuel Sánchez Caro a entregarse, y a protegerlos de los vecinos allí congregados.
El corresponsal en Fuentes de Andalucía del periódico “El Correo de Andalucía” aseguraba que los protagonistas de estos incidentes serían “algunas personas muy conocidas en el pueblo por lo alborotadores que eran”.
Este periódico informa ampliamente de los incidentes. Pero habría que distinguir entre la información que firma su corresponsal en la localidad y la que ofrece el diario desde la capital sevillana que proviene directamente del Gobierno Civil. (El Correo de Andalucía 17/11/1933. Edición de tarde. p. 4)
Así, en un principio presentaba los incidentes con estos titulares “El alcalde de Fuentes de Andalucía continúa haciendo de las suyas. Su proceder está a punto de provocar una colisión entre la Benemérita y la Guardia Municipal”. (El Correo de Andalucía 14/11/1933. Edición de tarde. p. 3).
En un primer momento don Manuel Muñoz Conde y don Manuel Sánchez Caro, ingresaron en la cárcel de Fuentes de Andalucía, pero después el Gobernador Civil de la Provincia, atendía el ruego del Juez de Instrucción de Ecija para que los detenidos fuesen trasladados a aquella ciudad para ingresar en la cárcel del partido judicial:
«En evitación de desórdenes públicos que pudieran originarse por su permanencia en los calabozos municipales».
Podía ser una maniobra política, ya que estaban en tiempos de elecciones. Hay que hacer constar que don Diego Martínez Barrio, era del mismo partido que los dos “detenido”.
Mientras tanto el familiar del alcalde y demás trabajadores de la escuela tenían que ser protegidos de algunos vecinos, por la Guardia Civil en los locales de la escuela de los niños, donde habían encontrado refugio. Y, para evitar nuevos incidentes, la Benemérita tenía que patrullar por las calles de Fuentes.
Las reacciones políticas no se hicieron esperar. El miércoles 15, la Agrupación Socialista de Fuentes protestaba mediante telegramas dirigidos al ministro de la Gobernación, el señor don Manuel Rico-Avello y García de Lañón, y al inspector de la Guardia Civil, por la actuación del gobernador civil don Álvaro Díaz Quiñones, señor al que llegaba a acusar de haber:
“Alentado la protesta siguiendo manejos del dirigente de las derechas en Ecija, Victoriano Valpuesta, que forma parte de la candidatura derechista y de haber puesto a la Guardia Civil al servicio de la reacción.
Su actuación en el pueblo de Fuentes de Andalucía, merece los más duros calificativos al haber ofrecido la detención del alcalde y de uno de los ediles, elegidos por el pueblo, tras dejarse impresionar por una manifestación urdida por elementos reaccionarios con fines electorales y ordenar su detención por ejercer legítima defensa personal y familiar ante agresión consumada por promotor manifestación día anterior»[1]
Pero no era la primera vez que el Alcalde fontaniego centraba la atención del recién nombrado Gobernador Civil de la Provincia, don Álvaro Díaz Quiñones. Unas semanas antes de que se produjeran los incidentes, la primera autoridad provincial había trasladado al ministro don Manuel Rico Avello y García de Lañón, su sospecha, alimentada por informes fidedignos que decía haber recibido, de que don Manuel Conde Muñoz, sería el instigador de una huelga de obreros declarada en Fuentes de Andalucía durante esos días, y pedía al ministro don Manuel Rico Avello y García de Lañón, amplias atribuciones para enviar un delegado que actuara con “rapidez y energía”[2]
«En evitación de desórdenes públicos que pudieran originarse por su permanencia en los calabozos municipales».
Podía ser una maniobra política, ya que estaban en tiempos de elecciones. Hay que hacer constar que don Diego Martínez Barrio, era del mismo partido que los dos “detenido”.Mientras tanto el familiar del alcalde y demás trabajadores de la escuela tenían que ser protegidos de algunos vecinos, por la Guardia Civil en los locales de la escuela de los niños, donde habían encontrado refugio. Y, para evitar nuevos incidentes, la Benemérita tenía que patrullar por las calles de Fuentes.
Las reacciones políticas no se hicieron esperar. El miércoles 15, la Agrupación Socialista de Fuentes protestaba mediante telegramas dirigidos al ministro de la Gobernación, el señor don Manuel Rico-Avello y García de Lañón, y al inspector de la Guardia Civil, por la actuación del gobernador civil don Álvaro Díaz Quiñones, señor al que llegaba a acusar de haber:
“Alentado la protesta siguiendo manejos del dirigente de las derechas en Ecija, Victoriano Valpuesta, que forma parte de la candidatura derechista y de haber puesto a la Guardia Civil al servicio de la reacción.
Su actuación en el pueblo de Fuentes de Andalucía, merece los más duros calificativos al haber ofrecido la detención del alcalde y de uno de los ediles, elegidos por el pueblo, tras dejarse impresionar por una manifestación urdida por elementos reaccionarios con fines electorales y ordenar su detención por ejercer legítima defensa personal y familiar ante agresión consumada por promotor manifestación día anterior»[1]
Pero no era la primera vez que el Alcalde fontaniego centraba la atención del recién nombrado Gobernador Civil de la Provincia, don Álvaro Díaz Quiñones. Unas semanas antes de que se produjeran los incidentes, la primera autoridad provincial había trasladado al ministro don Manuel Rico Avello y García de Lañón, su sospecha, alimentada por informes fidedignos que decía haber recibido, de que don Manuel Conde Muñoz, sería el instigador de una huelga de obreros declarada en Fuentes de Andalucía durante esos días, y pedía al ministro don Manuel Rico Avello y García de Lañón, amplias atribuciones para enviar un delegado que actuara con “rapidez y energía”[2]
En Fuentes de Andalucía las derechas sólo alcanzaron el 25 % de los votos emitidos, frente al 39 % obtenido por la candidatura socialista.
La coalición republicana, no supero el 18 % de los votos emitidos igual porcentaje alcanzó la candidatura comunista.
Estos datos están recogidos en el Boletín Oficial de la Provincia de Sevilla del 25 de noviembre de 1933, número 280, páginas 3 y 4.
[1] Madrid. Gobernación. Serie A. Leg. 33. Telegramas nº 685 y nº 686, 15/11/1933, madrugada, de la Agrupación Socialista de Fuentes de Andalucía (Sevilla), al ministro de la Gobernación don Manuel Rico Avello y García de Lañón. El segundo telegrama fue enviado también al inspector de la Guardia Civil[2] Telegrama nº 239, 6/11/1933, 13:15 horas, del gobernador civil de Sevilla don Álvaro Díaz Quiñones al ministro de la Gobernación don Manuel Rico Avello y García de Lañón.
